sábado, 23 de enero de 2010

Abrí los ojos y solo vi oscuridad, de repente una luz cegadora se veía al final de una especie de túnel .Decidido me dirigí corriendo hacia ella, pero, a mitad de camino una trampilla se abrió bajo mis pies, haciéndome caer en picado. Tras una hora de caída llegué al suelo me levante y ante mí se encontraba un ser medio hombre medio cabra.
-Te estábamos esperando- dijo aquel ser-me llamo Topocho, y si tuviera amigos me llamarían Tocho. Ojalá tuviera amigos.-
-Encantado Topocho-no le dije si quería ser mi amigo porque era un tipo muy raro-
-El infierno no es tan malo como lo ponen ahí arriba, tenemos barbacoa, bolera, centro comercial y un tipo llamado Jank.
Ola Jank .
-Ola.
-Es simpático pero no te acerques mucho a el por si a caso.
Me llevo hasta la habitación donde me alojaría y se fue.
Esto no está nada mal, pensé, y me fui a der una vuelta al centro comercial. Fui hasta una cafetería y al ver la carta comprobé que todo era caliente y muy caro por lo que pedí un chocolate con churros y me fui sin pagar, total ya estaba en el infierno que podía pasar.
Comencé a caminar cuando de repente aparecí en un gran despacho, una silla se acerco por detrás de mí y me tuve que sentar, entro el diablo y no sé porque llevaba un bañador y muy enfadado me dijo:
-Uno no puede darse un baño tranquilo en su piscina privada que siempre hay alguien nuevo que hace lo que no debe, que pasa que pensaste que podía hacer en simpa, ni que esto fuera reencarnaciones, claro estas cosas me pasan por poner un centro comercial si hubiese puesto un mini golf como me sugirió mi agente.
Perdón ya se me fue el hilo como ha sido la primera vez y eres nuevo solo tendrás que darme un masaje en los pies y hacerme la pedicura, pásate mañana por la mañana.
Volví a mi alojamiento y me eché en la cama. Cuando desperté ya era de día y fui al despacho del demonio.
-¡Que puntual!-Exclamó, y se sentó en su confortable silla-ya puedes empezar.
Le quite los zapatos y ya de buena mañana le apestaban los pies a queso, como no era de extrañar me desmaye.
Al despertar vi a mi mujer y a mis hijos estos al verme con los ojos abiertos gritaron tristes: ‘’Te has despertado, te has despertado’’
Yo les pregunté el motivo de tales gritos y me dijeron que llevaba dos meses en coma.
-Jolín pensábamos en desenchufarte la semana que viene y cobrar el dinero del seguro y vas tú te despiertas ya te vale papá-dijo mi hijo mayor. Yo me quedé perplejo y no dije nada.
Tras llevar varios días en casa me di cuenta de que era más feliz en el infierno por lo que me quite del seguro, volví a casa llene la bañera y me ahogué en ella.
-Me parece muy bien todo eso, pero yo te pregunte la hora-me dijo el hombre de la cafetería situada al lado de mi alojamiento en el infierno.