miércoles, 16 de diciembre de 2009

Hacía mucho tiempo que estaba enamorado de la princesa, se que siendo príncipe me podría haber casado con otra, pero yo la quería a ella y ahora era mi oportunidad, estaba buscando marido.
Bueno primero tendría que llevarle algún obsequio a mi amada por lo que cogí la rosa que florecía en la tumba de mi padre , que solo florece una cada cinco años, pero es una rosa tan bella que quita las penas a quien la ve , también le lleve el ruiseñor con el canto más bello del mudo. Metí cada obsequio en una caja de plata y se los envié a la princesa.
Cuando los recibió abrió primero la caja de la rosa y al cogerla se pincho la mano por lo que la rechazo, luego abrió la caja del ruiseñor y este salto de ella y se puso a cantar, el rey dijo que le recordaba a la caja de música que tenía la difunta reina. La princesa al ver que el ruiseñor era de verdad lo liberó y dijo que no me hicieran pasar.
Al ver que la princesa me rechazaba me disfracé de porquerizo y solicite trabajo en el palacio.
Cuando termine de trabajar hice una olla, que tocaba la canción de:
¡AH AGUSTIN DEL ALMA MIA
TODO SE PERDIO, DIO, DIO!
También se podía saber lo que se estaba cocinando en todas las casa del pueblo.
Al oír la princesa la canción (como era la única que sabia tocar y con un solo dedo) quiso comprármela pero yo le pedí 10 besos suyos, ella me dijo que fueran de sus doncellas, yo le dije que o suyos o nada y la princesa acabo aceptando.
Poco después construí una carraca que tocaba todos los valses del mundo con solo hacerla girar .La princesa al oírla me dijo que me la compraba, y le pedí por ella 100 besos suyos, ella me dijo que me daría 10 y el resto sus doncellas, a lo que le dije que 10 suyos o nos quedamos como estábamos .La princesa acabo accediendo, así que sus doncellas nos tapaban mientras contaba para que un hubiese besos de mas o de menos.
Cuando ya íbamos por el beso número 86 apareció el rey y no hecho a mí y a la princesa del reino .Estábamos fuera y se puso a llover la princesa lamentaba no haberme aceptado mientras yo me cambiaba la ropa por lo de príncipe, al verme la princesa se alegro pero yo lo recha ce por qué no me quiso a mí y luego beso a un porquerizo por unos artilugios inútiles.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Allí estaba yo, atado a una silla, pero no con cuerdas si no con cadenas, ya que si fuesen cuerdas sería demasiado fácil para mí escapar.
Aquel hombre que tenía delante, clavaba su mirada en mi ,como un carpintero dos clavos en un tablón .Tras la puerta se encontraban dos hombres mas, fuertes como bueyes.
Intente escapar pero no lo conseguí. Al alzar la vista pude ver al hombre que estaba buscando, con una pistola en la mano. Antes de que me diera cuenta ya había apretado el gatillo y la bala que salió haciendo un estrepitoso ruido, fue a parar en medio de mi pecho dejando mi cuerpo sin vida, manando sangre por un pequeño orificio.

Ya me había logrado infiltrar en la fortaleza del Doctor Eduardo Gonzalot, el más peligroso inteligente y ruin de todos los villanos a los que me había enfrentado.
Pase por innumerables puertas, pasadizos y trampas .Cuando llegué a una sala vacía , donde me desmayé al inhalar un gas extraño.
Allí estaba yo, atado a una silla…

Llegué al lugar marcado en el mapa, salte del avión y aterricé suavemente en la arena del desierto, monté el campamento para rastrear donde se encontraba la fortaleza escondida. Gracias a mi sofisticado equipo de rastreo di con el punto exacto donde se encontraba.
Cogí el aerodeslizador y me dirigí hasta allí. Me metí por un tubo por entrar sin ser visto , pero antes escondí el aerodeslizador para no dejar pistas de mi llegada.
Ya me había logrado infiltraren la fortaleza…

Por fin , el director de la E.S.E.(Entidad Secreta de Espías)me había dado la misión que quería ya que el Doctor Eduardo Gonzalot , era uno de los peores villanos del mundo y quería ser el héroe que lo derrotaba y encerraba ,o incluso , el que lo mataba .Porque así mi carrera daría una subida tan grande , que ni el montañista más valiente , ni el más preparado querrían ascenderla.
Fui hasta el garaje cogí mi Porch negro de espía, metí las coordenadas en su mapa y me dirigí a mi peligrosísima misión.
Llegué al lugar marcado…
Cuando llegué a la E.S.E. , ocupé mi puesto de trabajo como cada día , sin esperar a que me dieran una misión , ya que había hecho una hace poco .
Al poco tiempo me llamo el director con su dulzura natural. Me dio justamente la misión que me ayudaría a saltar a la fama entre los espias , dando a relucir todo mi potencial.
Por fin , el director de la E.S.E. …